Húmedo: En la extrusión en húmedo es muy importante conseguir
que el producto a procesar esté bien molturado, que podamos
regular la temperatura de las diferentes secciones del proceso para
conseguir la máxima calidad nutritiva del producto, y que el agua y
el vapor sean adecuados para conseguir el nivel de humedad
necesario, la presión y la superficie de apertura de la matriz idónea
para que el producto salga con la máxima calidad y el mínimo coste.
Seco: Es posible usarlo en productos con elevado contenido en
aceite. Este procedimiento de extrusión en seco tiene el
inconveniente de alcanzar temperaturas muy elevadas, a diferencia
del proceso en húmedo. En cambio, este procedimiento no es
posible aplicarlo a cereales o piensos, por la imposibilidad física de
trabajar con la máquina a este nivel de humedad.
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