Aunque el objetivo primordial de la molienda o molturación de granos es simple, el proceso mediante el cual los granos se muelen es bastante complejo e involucra muchos pasos sucesivos que en conjunto hacen que se obtengan las harinas y sémolas que se deseen desde el punto de vista del consumidor.
Antes de que el grano sea propiamente molido es necesario realizar una serie de operaciones previas de preparación del mismo. Entre estas operaciones se haya la limpieza (cleaning) del grano.
EL objetivo de la limpieza es simple y llanamente eliminar todo material extraño que el grano pueda traer consigo. Entre estos “materiales extraños” se encuentran: Metales, piedras, tierra, barro, polvo, tallos, cáscaras sueltas, granos dañados, otras semillas, granos de cereales diferentes del que queremos moler (por ejemplo si queremos moler trigo se deben eliminar la cebada, avena, sorgo, etc., todos cereales que pueden crecer en el campo en una parcela sembrada con trigo).
Para lograr este objetivo de eliminar material extraño se somete el grano a una serie de pasos y operaciones sucesivas que van eliminando en cada paso uno de los materiales extraños.
Así en el caso de trigo, y antes de almacenar el mismo en los silos, se somete el grano que entra a la planta a unas mesas cribatorias (tamizadotas) de gran capacidad que eliminan las impurezas gruesas como palos, piedras grandes, barro pegoteado, hojas, etc. También el grano pasa por uno o más magnetos (imanes) con le propósito de eliminar metales que el grano pueda traer del campo .Los metales deben ser eliminados de los cereales por dos razones fundamentales: 1) por una cuestión de salud pública y 2) por que los metales pueden ejercer daño a la maquinaria de molienda.
Una vez hecha esta limpieza gruesa el trigo pasa a silos de almacenamiento en donde “espera” hasta que sea llevado a la planta de limpieza en donde se eliminaran de manera mas fina todas (o por lo menos la mayoría) de los materiales extraños que el trigo trae consigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario